Nuestras cabañas en Tandil

Sentarse en el jardín y sentir. Escuchar el canto de los pájaros detrás de los árboles mientras unos conejos caminan cerca nuestro. Sentir el viento que baja de la sierra, disfrutar de la pileta, caminar, comer un buen asado. Descansar. Mirar sin apuro. Conversar. Tomar unos mates, o un té, con leche y miel…